Todo comenzó aparentemente con una riña en la que, el hoy finado, nada tenía que ver. Pero, por esas cosas del destino, una joven vida se apagó dejando tras de sí los más gratos recuerdos de quienes lo conocían y sentían un gran cariño por él.

En un punto de la ciudad de Itá, unos amigos la estaban pasando bien, compartiendo buenos momentos entre birras y risas. A metros de ellos, otro grupo de personas, evidentemente con unos cuantos tragos demás (lo cual se supone porque ya eran casi las 4:00 de la madrugada), comenzaban a demostrar ciertos “chispazos” que se iban encendiendo cada vez más.

En un momento dado la cosa se descontroló y comenzó el moquete. Uno de los involucrados guardaba parentesco cercano con un hombre de 71 años de edad y una mujer de 68, ambos pareja.

Fue así que, cuando más densa se puso la cosa, uno de los amigos fue a dar aviso a estas personas de lo que estaba pasando. A bordo de una moto, la pareja de abuelos fue hasta el lugar donde se dieron cuenta que efectivamente le estaban pegando, y mal, a este cercano suyo.

La señora quiso evitar que siga el pleito y se metió. Pero uno de los “descontrolados” la empujó y esta cayó, de acuerdo a la información que brindaron algunos testigos de lo que pasó. Ahí fue que apareció el arma homicida en escena, aunque no se tiene muy en claro quien la sacó, si fue el señor o fue la señora. En eso nomás ya se produjo el disparo.

Ninguno de los que estaban metidos en la riña salió herido. Pero, por esas idas y vueltas de la vida, o de los “caminos misteriosos” como dirían algunos, la bala fue a dar por el joven de 29 años, quien al momento cayó ya casi de manera inconsciente.

Rápidamente se lo auxilió y se lo llevó hasta el Hospital Nacional de Itauguá donde, lastimosamente, se dio la triste noticia de su fallecimiento.

La pareja quedó detenida a cargo de la fiscalía.