A sus 77 años dejó todo atrás y huyó de la miseria de su país. Se instaló en las calles de Lambaré para vender sus comidas tradicionales y poder sobrevivir en un país extraño. Es el caso de don Edgar Zorrilla, que hace dos meses llegó a Paraguay proveniente de Venezuela, en donde la situación económica es bastante complicada como todos saben.

Su hijo, Eliel, hace dos años se encuentra en Paraguay e hizo hasta lo imposible por traer a su anciano padre, para asegurarse de que por los menos tenga un plato de comida todos los días.

Haciendo arepas y cachapas pasan el día a día don Edgar y su hijo, quienes se colocan de lunes a lunes en la esquina de la avenida Cacique Lambaré y Fernando de la Mora para ofrecer sus productos, según dicen, el que probó una vez no puede evitar volver a pasar por el lugar para adquirir los productos de los venezolanos.

«Es impresionante la solidaridad de este país, aquí se encuentra la gente más maravillosa del mundo, el que menos tiene te pasa un plato de comida y eso no se ve en ningún rincón del mundo» dijo a Crónica Eliel.

El joven contó que llego a nuestro país junto a con su pareja, los primeros 15 días durmieron en las calles, pero no pasaron hambre gracias a que siempre algún buen samaritano les pasaba por lo menos un pedazo de pan.

«Un día se acercó a mí un señor y me dijo si quería trabajar, ‘claro que sí’ le dije, y me dio un puesto de guardia de seguridad en un cementerio. Me ayudó a alquilar una pieza y tener un techo en donde dormir, empecé a trabajar en el cementerio y en eso se enferma mi pareja, estuvo por mucho tiempo internada en el Ineram» contó.

Dijo que gracias a la gente pudo conseguir los medicamentos y un copetín en las cercanías del hospital nunca les hizo faltar la comida. «Nos daban desayuno, almuerzo y cena, no tenemos palabras para agradecer a la gente de este país, son gente tan solidaria» expresó.

Contó que cuando su papá llegó al país, él se quedó sin trabajo, por lo que se pusieron a cocinar sus comidas tradicionales que son una especie de tacos pero hechos a base de harina de maíz, lo cual es muy delicioso, aseguran.

«No vendemos mucho, es que entendemos que aquí la situación tampoco está muy bien, por eso ofrecemos a solo 5 mil guaraníes cada arepa y cachapas. Además casi nadie conoce y no podemos competir con el asadito y las empanadas, pero con la venta estamos sobreviviendo» aseguró.

Eliel, contó que las arepas se hacen a base de una masa hecha a base de maíz la cual se cocina sobre una plancha y también se puede hacer fritas y los rellenos quedan a cargo del gusto del comensal, dijo que sirve para el desayuno, el almuerzo y la cena.

El joven, que es casi un licenciado en ciencias de la Comunicación, pide una oportunidad de trabajo, de lo que sea, aseguró que no tiene problemas para trabajar de manera a poder pagar el alquiler y no hacerle faltar nada a su padre, el número de teléfono que dio es el (0984) 710-306 si alguna persona quiere seguir dando una manito a estas personas.