La escena era perfecta. La familia de ella estaba presente. El anillo era perfecto. Pero, una vez que el novio abrió la boca, ¡amóntema!
Un error, que se nota fue producto de los nervios, hizo pelar como nunca a un enamorado que, para colmo, recibió una respuesta por demás simpática de su “media naranja”.
Un insólito blooper se dio mientras pedía matrimonio a su novia. Decidido a pasar el resto de sus días con su actual pareja, armó todo para pedir su mano.
Pero, en lugar de decirle “¿querés ser mi esposa?”, por los nervios, el prójimo le bajó “¿querés ser mi novia?”. La mujer lo miró con cara risueña y le respondió “pero si yo ya soy tu novia…” para desatar una carcajada generalizada.
TE PUEDE INTERESAR:
Comentarios