Primer acto: Un Poli pensó que estaba en la vecindad del Chavo y «actuó» de doña Florinda. Se acercó a un hombre y tras decirle algunas cosas, le dio un apysarapó jefe que le dejó “planchada” la cara al pobre tipo, así como a don Ramón.

Segundo acto: Fue a los dos segundos. El que recibió la “cacheteada” no dudó y reaccionó, pero no como don Ramón que solo se quejaba, sino que lo hizo al fiel estilo de Mike Tyson y en seco ¡enzoquetó un puñetazo al Poli!

Tercer acto: El uniformado cayó al piso y el hombre rajó corriendo más rápido que Flash con diarrea. Fue perseguido por otro Policía, quien, de paso, miró como su “colega” quedó tumbado.

¿Cómo se llama la película? La fantástica noche en Paraguay. Todas estas escenas quedaron grabadas en el circuito cerrado con que cuenta un local en la zona del barrio San Isidro, de Lambaré. Aparentemente, los uniformados acudieron a un llamado y tras unas inspecciones que realizaban oiko la sarambi.

Lo vivido trajo a colación aquella frase de la tercera ley de Newton que dice que: “Para cada acción hay una reacción igual y en el sentido opuesto”.

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