Mario Ferreiro usó el momento donde todavía la gente habla del guarará en la última elección de Reinas del Paraguay para contar su experiencia como presentador de estos concursos.

El conductor de tevé dijo que tuvo “decenas de anécdotas” en elecciones de Misses. “Es cierto que hubo grandes temporadas en las que los canales abiertos y las empresas publicitarias apostaban por dicho evento, pero también me tocó soportar algunos sofocones escénicos, que no siempre dependen de la capacidad profesional del conductor o la conductora del evento. La dirección y producción de estas ceremonias es tanto o más importante que aquellos que ponemos la cara y el cuerpo para conducirlo”, dijo Mario haciendo alusión al bolonqui que se generó con los conductores Toto González y Luchi García el fin de semana pasado.

Mario también recordó lo que pasó con algunas candidatas en plena elección. “Recuerdo que una vez, en una elección de Miss Expo una concursante perdedora me sacó el micrófono y comenzó a proferir insultos al jurado y los directivos de la UIP y ARP presentes (en este caso fue Jessica Servín enojada porque Alexandra Fretes ganó el concurso). Otra vez se me desmayó una candidata que no había comido unos cuantos días para llegar en forma al evento”, comentó Ferreiro.

El conductor dijo avei sobre las veces que quisieron cocinar un evento de belleza y la vez que lo hicieron correr de un local. “Más de una vez me insinuaron favores especiales si daba mayor destaque a una u otra participante, mientras que todavía recuerdo un concurso en el interior en el que la deliberación del jurado se puso tan tensa que nos recomendaron huir de lugar antes de la decisión, porque la misma podía terminar a balazos, literalmente”, he’i Mario.

RAJE DE CANDIDATAS

“Hasta hoy recuerdo que un grupo de concursantes de Miss Paraguay, -cuando el evento se realizaba en el Teatro Municipal-, se retiró en pleno momento crucial de la selección de finalistas porque habían logrado leer por sobre mis hombros la hoja con la decisión del “honorable” jurado. Otra vez me cambiaron la hoja impresa de la decisión del jurado por un manuscrito redactado misteriosamente, entre bambalinas”, recordó avei Mario Ferreiro.

Pero como si fuera esto poco, el conductor siguió su relato cuando se esperó a que llegue un príncipe iraní al concurso. “En otra ocasión tuvimos que esperar más de una hora a que llegue un príncipe, el hijo de Shá de Irán que visitaba Paraguay, para comenzar el evento. Mientras que en algunos parajes remotos de la patria he comprobado una y otra voz que la platea prefiere a las rellenitas”, he’i Mario quien remató con un pedido: “Tengamos un poco más de piedad con los inmolados en el altar de la sobrexposición mediática, intentando conducir un mamotreto que no tenía, desde el principio, ni pies ni cabeza”.