El fin de semana, los chilenos se fueron a las urnas para saber si daban el sí o el no al cambio de su Constitución Nacional, que es la misma que viene desde la época de la dictadura de Augusto Pinochet. Gabriel Boric, el nuevo mandamás del país, quien es de ideología zurda, esperaba un triunfo tranqui pero, al final, los votantes le dieron un tovajepete de la gran siete: ho’u hule su proyecto.

De 15 millones de huevones habilitados para ir a votar, fueron más de 12 millones. O sea, un alto índice. Y de este total, el 62% votó por el rechazo y el 38% por el cambio de constitución.

Según analistas, uno de los temas

Lo curioso es que solo 3 años atrás los votantes habían dado el Ok en un plebiscito para que se haga el cambio y, como Boric ganó de taquito las elecciones con el 56% de los votos hace menos de un año, todo indicaba a que se venía un borrón y cuenta nueva. Sin embargo, seguirán como están.

El nuevo texto, de 388 artículos y elaborado durante un año por una Convención Constitucional, consagraba un «Estado social de derechos», en respuesta a reclamos expresados en las masivas manifestaciones de octubre de 2019.

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