El Tribunal de Justicia presidido por el juez Gustavo Arzamendia, junto a las juezas Raquel García y Liz Sanabria en calidad de miembros, condenó a 13 años de cárcel a un hombre cuyas iniciales son J.A.D. por el abuso sexual y violación de su hijastra. La representación del Ministerio Público, a cargo del Fiscal Walter Castro, pudo sustanciar la pruebas del hecho y llegar a esta ejemplar condena.

El caso data del mes de junio del año 2019, ocurrido en la ciudad de Mayor Otaño, dónde una niña contó a su profesora que su padrastro la violó la noche del 2 de junio de ese año. Supuestamente, la madre fue testigo del hecho, pero al intentar intervenir ante el hombre, fue agredida y encerrada por éste en otra habitación.

Según las investigaciones, desde que la menor tenía 7 años de edad, en el año 2010, ya era sometida a abusos sexuales constantes por parte del ahora condenado.

En el año 2017, cuando la niña cumplió 14 años de edad, quedó embarazada; ya en fecha 02 de junio de 2019, el padrastro de nuevo la somete sexualmente, tras llegar a la casa en estado etílico y bajo amenaza. Al día siguiente nomás se realiza la denuncia y la inspección médica correspondiente.

Las muestras fueron analizadas en el Laboratorio Forense del Ministerio Público (análisis de ADN), constatándose la paternidad 99,9% y compatibilidad con la muestra recolectada en la inspección médica de la víctima. El condenado, que ya se encuentra recluido en el Penal de Itapúa, fue condenado por Coacción Sexual y Violación, también se comprobó el hecho de Violencia Familiar (psicológica) que sufría su madre por parte de su pareja, el ahora condenado.

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