El 9 de mayo de 2000, Marc Anthony y Dayanara Torres, Miss Universo 1993, se casaron en Las Vegas, en una gran boda a la que acudieron 600 invitados; fruto de su unión, nació Ryan en febrero de 2001 y Cristian en agosto de 2003.
A pesar de que la pareja renovó sus votos en un matrimonio religioso en Puerto Rico, el amor se acabó y se divorciaron en 2004. Si bien, duraron cerca de cuatro años, la Miss Universo dio a conocer que su relación se había terminado antes, pero permaneció al lado del cantante por una poderosa razón.
La modelo puertorriqueña, hoy a sus 47 pirulos, señaló que a pesar de no ser feliz al lado de su entonces esposo, ella decidió mantener su matrimonio por sus dos hijos. ¿La razón? Quería que Cristian y Ryan crecieran al lado de su padre.
“Mis papás fueron los papás perfectos para nosotros. Sí tenían sus problemas, sí pasaron por muchas cosas que pasan en familia. Mi mamá se quedó en la relación por nosotros. Cuando yo tenía 21 años, ellos se divorciaron. Pero por lo menos nos dieron esa unión, esa familia que necesitábamos”, señaló en una entrevista en el podcast de Giselle Blondet.
Aunque reconoce que no era lo correcto estar con alguien que ya no amaba, seguir el ejemplo de su madre fue la mejor decisión y se lo agradece.
“De cierta forma decía: ‘Yo me casé, esta es la persona que escogí y si salió de esta manera, eso fue lo que escogí. Pero eso fue lo que me enseñaron: que si te casas por amor, pase lo que pase, esa fue la persona que elegiste y ahí te tenías que quedar”, agregó.
La también empresaria, más tarde entendió que quedarse con un hombre por el bien de una familia no era lo correcto, ni lo que debía hacer cuando la felicidad de una o más personas estaba en juego. “Pero eso fue lo que yo aprendí. Quizás por eso estuve en esa relación que yo sabía que no era la perfecta», cerró.
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