Las enormes lenguas de fuego en el Mercado 4 cesaron su furia justo después de haber desintegrado en minutos la casilla de don Luis Giménez (46), donde el hombre se gana la vida día y noche, vendiendo frutas, verduras y otros productos más.

“Era mi segunda casa, a veces hasta la primera. Ayer nomás que guardé todas mis mercaderías ahí y el fuego se llevó todo, no puedo con tanto dolor”, dijo a Crónica don Giménez, quien fue testigo de cómo el incendio, que se desató en el populoso centro comercial, se llevaba todo el esfuerzo que supo construir durante 28 años junto a su padre.

Giménez habla poco. Está inquieto, desconcertado. Y lleno de ira, aunque la disimule con el silencio hasta que no pueda más. “Hoy estoy destrozado, me quedé sin mi puesto de trabajo en solo minutos”, relata desde la puerta de su otra casa, la que mantiene con esa labor noble de vendedor en el Mercado 4.

Don Giménez se lamenta, pero nunca demasiado. Es un hombre fuerte. Se nota en sus manos, en su rostro y mirada que parecen profundos arroyos de vida. Dice que lo único que le queda es no bajar la guardia y trabajar el doble. Sabe que donde se ganaba el sustento diario ya no queda nada más que cenizas y la esperanza de que algo vuelva a crecer rápido. “Yo sé que lo perdí todo, pero como tantas veces en la vida, no bajaré los brazos para seguir adelante. Por mi familia voy a sacrificarme el doble, el triple… La vida es para pelearla”, dijo el valiente y guapo hombre.

Su historia está marcada por el esfuerzo y el sacrificio. Don Giménez se duerme de siesta y por la tarde. A las 22:30 horas ya está al pie del cañón y sale desde su casa, ubicada en Asunción, a ganarse el pan de cada día en la zona del Mercado 4, a donde va a acomodar primeramente todas sus mercaderías.

Pero su llegada esta madrugada no fue una más. “Al llegar vi como todo se estaba quemando y los bomberos dejaron su manguera en un lugar, con otros trabajadores agarramos e hicimos de bomberos para salvar algo, pero no hubo caso”, detalla mientras mira a su alrededor con desazón.

“Es la tercera vez que el Mercado 4 se quema. Las otras veces el fuego no nos agarró. Esta vez sí me dejó sin nada. En total fueron afectadas unas 24 casillas. Todo de gente trabajadora y que solo sabe hacer eso: sacrificarse”, relató.

La familia de don Giménez pide colaboración para que el don pueda acomodarse y  levantarse de nuevo. Si querés pasar la mano a este noble trabajador podés depositar a la caja de ahorro 720100751, C.I 5323324 o contactar al 0992470733.