Ya no hay respeto ni por los más sagrado. Ahora, los delincuentes, que en muchos casos de tan «volados» que andan ni a la justicia divina ya le tienen miedo, entran como si nada a robar hasta a la casa de Dios.
En el barrio Julio Correa, de Luque, un «demoño» aprovechó que las puestas de la Capilla Virgen de Fátima estaban abiertas y robó un cuadro de la Divina Misericordia.
El sacrilegio quedó registrado en cámaras de seguridad y en las imágenes se pueden ver al tipo entrar al templo para luego, sin dudar, ir derechito hacía el lugar donde estaba el cuadro. Aplicando al máximo la ley del ñembotavy, lo agarró y se lo llevó tranquilamente.
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