Bernardo Romeo Benítez, el chiquilín de apenas 19 años, dejó su sello en el «clásico más añejo». Decisivo con su ingreso en el segundo tiempo para la remontada de Guaraní, el juvenil destacó lo hecho por el equipo y su rendimiento en particular.

«Primero que nada agradecer a Dios y mis compañeros por la victoria, me tocó entrar y encarar como siempre, tenía la confianza de todos», afirmó el extremo.

Sobre la importancia de haber metido dos triunfos al hilo, refirió. «Esto nos va a ayudar muchísimo, veníamos atravesando un momento difícil y ahora conseguimos dos victorias consecutivas». 

Agregó que tenía la orden de sus compañeros más experimentados como Néstor Camacho, su compañero de ataque.   «Me da confianza para encarar, me dijo que aproveche el momento que me toca y lo estoy haciendo ahora. Estos partidos se juegan así, es un clásico y teníamos que dejar los tres puntos en casa». 

Finalmente remarcó que a pesar de haber recibido ese gol, estaban confiados en darlo vuelta, como finalmente sucedió. «Creo que en el primer tiempo ya estábamos haciendo un buen partido y lastimosamente nos entró ese penal».

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