Néstor Ortigoza, expelotero de la Albirroja y emblemático futbolista de San Lorenzo de curepilandia, se encuentra atravesando un juicio que lo tuvo sentado en el banquillo de los acusados en los Tribunales de Morón.

Un exempleado de San Lorenzo lo acusa de haberlo amenazado con un arma de fuego en junio de 2015 y, tras el desarrollo de los alegatos, ahora sólo resta el veredicto del juez, Antonio Mele.

La causa se inició con una denuncia que hizo Mauricio Argañaraz, exjefe de seguridad de la institución azulgrana de ashá, quien aseguró que el jugador se había presentado en su casa junto a otro hombre para amenazarlo e intimidarlo con un arma de fuego para reclamarle por la devolución de un dinero que le había dado para pagarle una deuda de patentes de su vehículo.

El denunciante, cuyo abogado es Gustavo Spicuglia dijo que el futbolista le remarcó que “si mañana no está la guita viene este guachín y te mete un tiro” y luego le envió mensajes intimidatorios y audios: “A mí me traes la plata como sea porque yo no soy un gil. Conozco tu casa y todo. Hoy te caí; la próxima vez va a haber cachengue”. Durante el juicio, también aportó la declaración como testigo de un vecino, quien afirmó haber visto al acompañante del jugador sacar un arma de un morral en varias ocasiones.

FUE POR LA BUENAS

Néstor Ortigoza, por su parte, se defendió declarando que reconocía que había ido a la casa de Argañaraz a reclamarle que le devuelva el dinero, “por las buenas”. Y detalló: «Una gestora me llamó y me dijo que Argañaraz le ofreció veinte lucas (veinte mil pesos) para que te diga que los tickets de ARBA son buenos. Ahí fui a la casa a pedirle que me devuelva los 20 mil pesos, pero lo hice cuando no tuve ninguna duda de que me había estafado”.

AÑOS DE CÁRCEL

El fiscal del caso que se desarrolla en el Juzgado Correccional N° 2 de Morón es Pablo Galarza, quien sostuvo que, para él, quedó probado que el futbolista amenazó al denunciante con un arma de fuego.

Aunque Argañaraz llevó a la sala un comprobante de pago de un local de San Miguel para demostrar que sí había pagado el trámite que le mandó a hacer Néstor Ortigoza, el funcionario judicial manifestó que eso no era lo que estaba en discusión sino que “yo represento al Estado y a la sociedad, que no quiere que una persona tenga actitudes como la que tuvo Ortigoza”.

Galarza pidió tres años de prisión condicional y que el jugador tenga prohibido acercarse al exempleado de San Lorenzo (fue despedido en 2015) y su familia. Además, el abogado defensor del denunciante, pidió una pena aún mayor: cuatro años de condena.

Los abogados de Néstor Ortigoza, Carlos Scarabel y Fernando Arias Caamaño, consideraron que “no se pudo comprobar la existencia de un arma de fuego» y por eso «la coacción no existió y pedimos la absolución”. Además, aunque reconocieron que su defendido “se pasó de la raya con el reclamo”, el hecho quedaría encuadrado en la figura penal de amenazas simples, pero que “si esto fue en 2015, ya prescribió”.