El operativo de la Fuerza de Tarea Conjunta que dejó sin su principal líder al grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y cuyo funeral generó una nueva tormenta política para el entorno de Mario Abdo Benítez, lejos de mejorar la imagen del mandatario, lo arroja inexorablemente al fuego de las críticas de la opinión pública.

Desde el Palacio de Gobierno, Abdo Benítez busca cómo desviar la atención a esta complicada situación arrojando una “bomba política” sobre sus adversarios. Para ello, acudió hasta una institución técnica de respetada trayectoria y como no tuvo retorno favorable, volvió a recurrir al ente que le sigue siendo fiel y útil: la Seprelad.

Fuentes que llegaron hasta Nación Media y que pidieron no ser identificadas por temor a represalias, relataron que por orden de Marito se está preparando una bomba contra una empresa del Grupo Cartes, de manera a acallar el ruido que se generó por el bochorno de ayer en el Buen Pastor.

Esta versión cobra fuerza luego de que usuarios en redes sociales alertaran sobre una supuesta reunión de la que habría tomado parte la asesora de comunicación del entorno presidencial, el titular del mencionado organismo de control y el propio Abdo.

Para muchos no resulta llamativa esta situación, tomando en cuenta los antecedentes de la “asesora fantasma” de la Presidencia, quien también habría tenido a su cargo la filtración de información confidencial proveniente casualmente desde la Seprelad a medios oficialistas.

A su ya desgastada imagen al frente del Ejecutivo, Abdo sumó ahora una situación que ha indignado incluso a algunos políticos de la oposición, quienes se mostraban muy cercanos a él hasta el desenlace del funeral del abatido terrorista Osvaldo Villalba y que culminara con la destitución del nuevo ministro de Justicia, Édgar Taboada y Marian Vázquez, directora del Buen Pastor.