En una elección que estuvo mucho más pareja que la que se vio en la primera vuelta, Lula da Silva logró superar al actual mandatario, Jair Bolsonaro, por un porcentaje mínimo de 1,8%, aunque en votos, eso significó algo así como 2 millones de diferencia, y convertirse así en el “novo presidenchi”, por ahora de manera virtual, de “Brasiu”.

Tal como se había mencionado en la previa, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) arrancaba con una ventaja que, finalmente, no fue tan grande como se había mencionado antes de las votaciones. Con más del 99% de las mesas escrutadas, el Tribunal Superior Electoral declaró “definida” la votación con 60.265.739 votos para Lula (50,9%) y 58.136.371 votos para Jair Bolsonaro (49,1%).

Lula utilizó sus redes sociales para publicar la palabra “Democracia”, junto a una foto en la que se ve su mano y la bandera de Brasil haciendo marcar un hecho histórico a su adversario, al ser el primero en no lograr la reelección.

La votación se vio por demás pareja y arrancó arriba Jair, con la elección de la gente de las grandes metrópolis. Pero cuando se comenzó a cargar el conteo de las pequeñas ciudades y de las regiones periféricas, se inclinó la balanza al lado del representante de la izquierda brasilera.

La concurrencia a las urnas estuvo rondando el 80% de los habilitados para emitir sufragio.