Viendo las imágenes, esta crónica debería empezar hablando de los camioneros asesinos, que van más allá de sus capacidades físicas o se pasan de la raya con el trago y ponen en riesgo a gente inocente. Sin embargo, esta vez eso no se dio porque, a más de dos mujeres que estaban dentro de una cabina de peaje, estaba alguien más. Sino, no tiene explicaciones.

Eran las 6 de la mañana en territorio argentino cuando, en un puesto de peaje en la zona de Capital Federal, se dio un verdadero milagro. Un camión cargado de piedras se pasó por alto todas las advertencias de frenado y terminó impactando de lleno contra una cabina en un puesto de peaje en el que, en ese momento, había dos mujeres de 39 y 40 años.

La velocidad a la que venía el vehículo no era la adecuada. Y ni siquiera amagó a frenar. Se fue todito por la cabina que quedó como la primera latita del tercer tiempo. Desde las otras casillas que forman parte de este gran puesto de cobro salieron los compañeros agarrándose la cabeza. Algunos, incluso, llorando, sabiendo que lo peor era la consecuencia lógica de semejante accidente.

Pero Dios existe, no hay otra explicación, y la historia tuvo un final increíble: al costado de las cabina destrozada, con pedazos de chapa y restos de plástico y vidrios sobre ella, fueron encontradas estas dos mujeres quienes fueron derivadas hasta un hospital para que se le brinden los auxilios correspondientes.

“Realmente no sabemos cómo salieron las chicas de la cabina. Creemos que saltaron por la ventana a tiempo, pero no se puede explicar”, señaló un representante del gremio de la construcción quien dijo que el camionero “contó que hacía dos días que venía manejando”.

El hombre, de 45 años, quedó a disposición de la Policía.

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