Mediante relatos y comentarios, los caminos que llevan a la Basílica de la Virgen de los Milagros de Caacupé se llenan de historias embargadas de fe y amor. En muchas ocasiones, los peregrinantes, protagonistas de las historias, logran su cometido de llegar hasta la Villa Serrana para cumplir sus promesas.

Este es el caso de Gustavo Zorrilla. El joven va acompañado de unos amigos desde la cabecera del Puente de la Amistad rumbo a la “capital espiritual”. Sabe que los 268 kilómetros de caminata no será fácil y que les llevará al menos 7 días para llegar a la meta. Pero Gustavo asegura que el cansancio lo combate con fe. Es más, carga en sus brazos con una imagen de la Virgencita la cual sostiene como un trofeo.

Gustavo comentó que es oriundo del Km 7 Ciudad Nueva, e indicó que, tiene una hermana enferma, que es la propietaria de la imagen de la Virgen de Caacupé, y que cada año se encarga de vestirla con ropa nueva, y peinarla para que él la lleve consigo a la peregrinación. Visiblemente emocionado, explicó que lo que pide a la Santa es que conceda a su hermana la sanación, según publica la página La Jornada.

“La fe es lo que nos mueve y este año volvemos más recargado que nunca”, expresó el joven.

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