Víctor «Pelado» Roa, vecino de infancia y amigo de toda la vida de Miguel Almirón, va por su segunda hazaña como cicloturista. Hace seis años pedaleaba desde de su casa del barrio San Pablo hasta Rio de Janeiro, recorriendo casi 2 mil kilómetros. De esa manera cumplía su sueño de llegar en bici hasta la playa Copacabana.

Ahora está con la meta de cumplir otra hazaña. Esta vez, su objetivo es llegar hasta el Salar de Uyuni, en Bolivia. La distancia es menor a Rio de Janeiro, pero las dificultades son más grandes, por las zonas casi desérticas que tiene que ir cruzando.

En este momento, Víctor «Pelado» está cruzando el Chaco, llegando a Pozo Colorado. En su camino, hoy se encontró con un «tatú» en plena ruta al que tomó con sus manos para sacarle del peligro de ser chocado por algún vehículo. Es común que los animales silvestres sean embestidos por las rutas chaqueñas.

Junto a un amigo que lo está acompañando en el pedaleo, en principio hasta la frontera, soltaron al «tatú» el costado de la ruta para que avance en su camino hacia una estancia y quede a salvo. El plan de «Pelado» es llegar a su destino en unos 12 a 15 días.

Ayudó a un «tatú» a alejarse del peligro de que le choquen en ruta

En pleno pedaleo, camino a Pozo Colorazo, rumbo al Salar de Uyuni, Bolivia.

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