Llegó un auto, como tantos otros. El guardia lo mira y se hace a un costado como para dar paso a quienes se bajen del mismo. Sin embargo, una vez que se abren las puertas, tres de esas porquerías que abundan en nuestra sociedad descienden disparando con armas de grueso calibre. El chaleco antibalas fue una víctima más. Así, un hombre pudo terminar perdiendo la vida.
Las escenas pertenecen al criminal asalto que se dio en la ciudad de Ypane el pasado viernes y que, curiosamente, no se hizo denuncia alguna al decir de las palabras del comisario de la zona.
El hombre que oficiaba de guardia, si bien es cierto que tenía chaleco antibalas, se vio seriamente afectado por las heridas que le produjeron al menos cuatro balazos que, por el calibre y la cercanía con la que se dieron los tiros, terminaron atravesando el mismo. Los brazos también sufrieron las consecuencias del ataque.
Hasta donde se sabe, los delincuentes se llevaron un monto millonario y luego dejaron el vehículo en una casa de Guarambaré que no está siendo habitada.
Desde una página donde nuclean publicaciones vinculadas a guardias de seguridad, uno de los editores afirmó en contacto con Crónica que el hombre logró resistir las heridas. Actualmente se encuentra internado en el IPS Ingavi, de acuerdo a los informes que brindó, donde se encuentra en compañía de su pareja.
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