El cotejo entre Brasil y Corea del Sur fue el último que se jugó en el estadio mundialista 974, una vez finalizada la Copa del Mundo será completamente desmantelado y ofrecido a un país que necesita infraestructura deportiva.

El concepto de la monumental obra fue diseñado por Fenwick Iribarren Architects. El estadio está construido en un sitio frente al mar de 450.000 metros cuadrados y está situado en un promontorio artificial.

Tiene un diseño modular e incorpora 974 contenedores de envío reciclados en homenaje a la historia industrial del sitio y el código de marcación internacional para Qatar (+974). Algunos de los contenedores albergan los servicios del estadio, como baños y concesiones (puestos de comidas). Es amigable con el medio ambiente y único en todo el mundo.

El coliseo recibió una calificación de cuatro estrellas del Sistema de Evaluación de la Sostenibilidad Global (GSAS) y a los hinchas que tuvieron la posibilidad de conocerla, les encantó.

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