Un sujeto que ya desde la época en que vivía con su pareja, supuestamente la maltrató, hirió y amenazó de muerte, enfrenta una imputación y pedido de prisión preventiva, gracias a la oportuna y decidida intervención de una  agente fiscal, que evitó una desgracia.

El tipo de 47 años, cuyas iniciales son G.R.C, convivió durante 17 años con R.R.B, a quien aparentemente se pasaba maltratando y amenazando por cualquier motivo, por lo que la convivencia se volvió cada vez más jodida.

Pero el guarará mayor se dio al mediodía  del 16 de octubre, ocasión en que el hombre llegó la vivienda que compartían del barrio Remansito de Ciudad del Este, tuichaite ka’ure y con un cuchillo en su cintura con el que luego atacó al santo cohete a su todavía entonces pareja. A raíz de esto, la mujer sufrió heridas cortantes en las manos y brazos al intentar defenderse.

Tras esto, tuvo que ser atendida en el hospital de Emergencias Médicas de Ciudad del Este, donde fue diagnosticada de sus heridas. Con este diagnóstico, no lo pensó dos veces y se fue directo a denunciar a su pareja en el Juzgado de Paz de la zona, que de un syky ordenó la exclusión de hogar del agresivo hombre.

Esto fue lo que más le dio rabia al tipo, que en otro ataque de furia hace una semana atrás, llamó a la mujer para amenazarla de muerte, incluso detallándole en guaraní,  la forma que lo haría y que luego de hacerlo, se suicidaría voi.

«Ajoguama la revolver calibre 38. Ndeve raēvete rojukata, upei la nde macho, upei nde memby kuera, ha último ajesuicidata», habrían sido sus palabras, según la denuncia obrante.

Ante la gravedad del caso y con el fin de evitar una tragedia mayor, la fiscal Susan Vega, titular de la Unidad Especializada N° 3 en la Lucha contra la Violencia Familiar, mandó detener al tipo en forma preventiva, medida que fue ejecutada por agentes de la Sub Comisaría 13a.

Posteriormente y ya sin más trámites, dispuso la imputación del supuesto agresor y ordenó su prisión preventiva, a la espera del inicio de un proceso penal que lo podría dejar durante un buen tiempo dentro de la «cacerolita».

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