Emprender puede ser para muchas personas una salida laboral y una nueva oportunidad de progresar, sobre todo en tiempos de crisis. La historia de Ulises y su amigo Ronald, es una de ellas. Los jóvenes ofrecen chipa so’o para los peregrinantes que llegan hasta la Basílica de Caacupé.

Ulises contó a Crónica que la deliciosa comida es preparada por su abuela, “Ña Gume”, por quien sale todos los días a ofrecer el producto y ganarse el sustento diario. “Mi abuela tiene 74 años y todos los días se levanta bien temprano a preparar la chipa so’o y otras comidas más. Como en el barrio donde estamos, que queda en Caacupé, no hay mucho movimiento, yo le propuse salir a vender y aprovechar estas festividades que se da en los alrededores de la Basílica”, dijo el joven, quien tiene la ayuda de su kape Ronald.

Lo que se hace con la venta tiene motivos más que especiales. “Lo recaudado es para costear los gastos de tratamiento de mi abuela, yo aprendo todo de ella”, dijo Ulises, el emprendedor. “Además, nos dividimos con mi amigo, a quien agradezco mucho por estar ayudándome. Yo soy bailarín del ballet municipal y en enero tenemos un viaje a Brasil y estoy juntando también para ese viaje, ya que no recibimos ningún tipo de ayuda”, dijo el guapo trabajador.

Ulises agregó que todas las mañanas salen a las 7:00 a vender la chipa so’o. “Hasta vender todo nos quedamos. Y si termina rápido volvemos, hacemos más y vamos otra vez para vender. A 5mil vendemos. Hoy llevamos 50 y pudimos vender todo gracias a Dios”, agregó.

“Mi abuelita lo es todo para mí y ayudarle de esta manera me da mucha alegría. Es un momento de fe y esperanza y eso es lo que tenemos con este emprendimiento, mucha fe”, finalizó.

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