La luz del sol acaricibia nuestro país. Muchos de los que estaban celebrando la Nochebuena decidieron que era hora de ir a reposar el cuerpito. Pero un grupo de alegres y ruidosos amigos seguía el festejos… y de paso haciendo ver estrellitas en pleno amanecer a vecinos del barrio San Antonio de Presidente Franco que a esa altura de la jornada solo querían dormir.

Según el parte policial, eran 10 los «jinetes del barullo» que se encontraban escuchando música a todo volumen, entre chupi y el bailongo a eso de las 6:30 de la mañana. Es por eso que, aquellos que no podían pegar las pestañas, hicieron un llamado a los polis para denunciar que los farristas ya se estaban pasando la raya en el cumpleaños del Niño Dios.

Agentes de la Comisaría 6ª se hicieron presentes en el lugar y pidieron a los presentes que por lo menos bajen el volumen de la música. Como suele pasar muchas veces, los mismos tomaron el pedido de muy mala manera y reaccionaron atacando a los intervinientes. Uno de los ofuscados farristas ndaje incluso golpeó en el rostro a uno de los oficiales.

Al verse superados en número y para evitar una trifulca mayor, los polis pidieron apoyo a sus camaradas, mientras que los socios del supuesto agresor lo escondieron para evitar que quede tras las rejas. Pero la «buena» intención de los amigos del argelado fue en vano, ya que el mismo volvió a salir a la calle. Esta vez fue más allá y tiró una botella de vidrio contra la patrullera y empezó jey a agredir a los polis, según denunciaron los uniformados.

Es por eso que no les quedó otro «proceimiento» que reducir a la fuerza al agresor, quien finalmente quedó detenido al igual que otro de sus kape, que a toda costa quiso impedir que se lo lleven forcejeando con los agentes. Además de las dos personas detenidas, el vehículo que los farristas usaban como discoteca fue incautado.

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