En la mañana de este lunes, tras ser practicada la autopsia al cuerpo que fue encontrado calcinado en un baldío en Acaray, Minga Guazú, se confirmó que pertenece al joven Lorenzo Arzamendia (29), quien se encontraba desaparecido desde el pasado 3 de enero.

Juan Benítez, fiscal interviniente, explicó que el muchacho fue estrangulado con la ropa que tenía puesta (musculosa negra) que fue encontrada atada a su cuello en día del hallazgo. Posteriormente, su cuerpo fue incinerado en el lugar mencionado.

«Los forenses determinaron que el fallecimiento se produjo por asfixia» dijo el comisario Hugo Grance, jefe de investigaciones de Alto Paraná, aunque ya se manejan varias hipótesis sobre el crimen, aún no fueron reveladas para no entorpecer la investigación, los intervinientes manifiestan que ya están tras el asesino.

Además del cuerpo, en el sitio se encontró el celular de la víctima, el aparato estaba roto por la mitad, también fueron encontradas en el lugar la taza de la tapallanta de su auto,  hasta el momento el rodado no fue encontrado.

El joven estaba desaparecido desde el pasado 3 de enero, cuando salió de su casa en el barrio San Isidro de Ciudad del Este a bordo de su auto, el 4 de enero sus familiares presentaron la denuncia por desaparición y el pasado 7 de enero su cuerpo fue encontrado calcinado y con signos de tortura en un patio baldío de Minga Guazú.

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