La revista HOLA hizo un repaso de la vida de Nadia Ferreira en fotografías, aprovechando que compró la exclusividad de su boda, y reveló algunos pasajes complicados que tuvo en su infancia. «Desde bebé la pequeña llamó la atención por sus ojos azules. Durante sus primeros meses de vida superó el que sería su primer obstáculo», empezó contando.

HOLA reveló que Nadia padecía tortícolis congénita, es decir, nació con una tensión en el músculo del cuello que le impedía mantenerse derecha. Con apenas 8 meses de vida tuvo que operarse para poder corregir este problema. Para su suerte y de su familia, la cirugía fue un éxito y ella logró superar ese obstáculo.

Pero a los 11 años se le presentó un nuevo problema que desesperó a su familia. De repente, Nadia perdió la vista, la audición y la movilidad en el brazo izquierdo. Estos síntomas de urgencia movilizó principalmente a su mamá. «Fue diagnosticada con síndrome de Susac, una rara enfermedad que afecta, principalmente, a mujeres jóvenes», indica la revista.

Recordamos que este tema ya había tocado Nadia en un programa llamado «Todos Somos Iguales» de C9N, hace poco más de un año, y había contado que en Paraguay le diagnosticaron Eclerosis Múltiple, pero que su mamá no se quedó con los brazos cruzados, buscó un segundo y tercer diagnóstico. Hasta la llevó a Argentina, donde finalmente descubrieron que lo que tenía era el síndrome de Susac.

Ante esto, tuvo que dejar de hacer entrenamientos intensos, como el tenis. Y se medicó. Logró superar, aunque sus síntomas pueden volver a manifestarse si ella volviera a hacer entrenamientos intensos.  «Afortunadamente, con atención médica oportuna y los cuidados únicos de su familia, logró superarlo», dijo la revista HOLA.

“Era bastante difícil para toda mi familia. Eso me hizo la mujer que soy, una mujer fuerte, que puede contar estar historias de mi vida y saber que van a tener adversidades. Uno siempre puede sobrellevar, pasar y cumplir los sueños que uno como persona tiene”, aseguró Nadia en entrevista.

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