“Es un milagro de Dios que yo esté hablando contigo en este momento. Hasta ahora sigo sin recuperarme del todo de lo que pasó”. La frase es fuerte y pertenece a doña Limpia Concepción Figueroa (40), quien es una compatriota que hace 3 años vive en Adana, Turquía, y hoy fue testigo del terrible terremoto que sacudió el país asiático.

En Contacto con Crónica, doña Limpia, quien es oriunda de Encarnación, habló de cómo fueron esos segundos de terror del potente terremoto de 7,8 en la escala de Richter que sacudió este lunes a la madrugada Turquía y Siria, dejando más de 1300 muertos y 7000 heridos entre ambos países, hasta el momento. El temblor derrumbó edificios y cientos de personas atrapadas entre los escombros.

“Es preocupante y aterrador todo lo que estamos viviendo. Esto es como una película de terror, nunca viví una situación así. El temblor fue como si fuese que pasó un monstruo debajo nuestro. Fue un ruido que nos dejó sordo por varios segundos”, señaló a Crónica.

“Fue un minuto de puro terror. En ese momento, mi mente quedó en blanco, no podía reaccionar, no me acuerdo de muchas cosas, me quedé temblando…”, contó.

“Yo vivo con mis dos hijos que son paraguayos también, y mi marido. Eran las 4:45 de la mañana y yo me quedé dormida en el sofá y uno de mis hijos estaba en el otro sofá. En eso, escucho un ruido fuertísimo y vi que el techo comenzó a moverse y me desesperé, voy para agarrarle a mi hijo y en eso entró mi hija y me dijo ‘mamá todo se está moviendo’ y le agarró a su hermano. Voy para avisarle a mi marido y él comenzó a gritar ‘¡se va a caer la casa, se va caer la casa!’. Desesperados, salimos con ropa en pijamas a la calle, hacía un frío de aquellos… Hasta ahora sigo llorando”, contó.

“Fue una sensación de como si estuviésemos en un barco en medio de una tormenta, todo se movía. Dios mío, nunca en mi vida me imaginé que viviría algo así, solamente estando en una situación uno puede dimensionar este tipo de tragedia”, sostuvo.

Doña Limpia comentó que hace minutos nomás hubo una réplica y la incertidumbre crece cada vez más en la zona donde vive. “Es un milagro de Dios que esté hablando contigo ahora. Pero nada es seguro, solo Dios sabe, estamos con mucha incertidumbre. Nosotros podemos decir ‘todo va a estar bien’, pero en realidad estamos en manos de Dios, no sé si este sea la última vez que hablamos, nadie sabe eso, solo Dios. Esto es algo que nadie puede predecir. Estamos expuestos en un peligro aún. No queremos ni dormir más. Hasta los pájaros lloran, es de terror todo”, dijo angustiada.

“En Adana, un edificio se cayó completamente en segundos. Hace instantes, una réplica se dio hace, aquí estamos en la incertidumbre total, porque estoy a tres cuadras del mar y ya se habla de un Tsunami que se puede dar. Estamos todos asustados”, agregó.

“Estamos todos en la calle, en alerta, aquí tenemos un campo verde donde todos nos reunimos. Todos llorando y desconsolados, gente que perdieron a su familia. Escuchamos sirena por todos lados y hay gente por todas partes”, graficó.

Comentó que desde la Embajada paraguaya en Turquía ya contactaron con ella. “Me escribieron desde la Embajada y se pusieron en contacto conmigo. Eso nos hace sentir bien. Por lo menos me siento bien en ese sentido, sentir un respaldo por si pase algo”, finalizó.

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