Cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía dice un refrán, y según Guido Estigarribia, miembro de la Asociación de gastronómicos Nocturnos, esto se aplica a la hora de comprar carne. Si te venden carme muy barata te tiene que llamar la atención porque capaz y no sea carne de vaca.
El lomitero contó en conversación con la 1020 AM que en el Abasto vendían carne de caballo como carne vacuna a un bajo precio. Dijo que denunciaron al hombre por el engaño. Pensaron ndaje que el comerciante les apreciaba demasiado por eso les daba a muy bajo precio.
“Hay muchas cosas que desconocemos y nos están vendiendo, que sí nos llegamos a enterar hendyta (…) La carne de caballo es esponjosa, al ponerla sobre la plancha tiene otra textura, es como si fuera que se queda seco”, contó.
«Cuando es muy barato hay que desconfiar», he’i, detalló además que el lomito de caballo es mucho más grande que el lomito de vaca.
Dijo que otra de las formas de reconocer la carne de caballo es que casi no tiene grasa y al poner al fuego se vuelve seco y duro.
“Cuando la carne toca el fuego se vuelve duro y seco. Si tienes mucha hambre creo que va a pasar pero el que es conocedor del rico asadito se dará cuenta”, he’i.
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