Una cosa de nunca acabar es la frecuencia de la picadura de víboras. Los casos más usuales se dan en casas o establecimientos rurales, como sucedió con una doña que fue picada por un reptil y a estas horas está internada en terapia.

El caso se dio en el distrito de Ñacunday- Alto Paraná, donde vive la doña. La misma habría sufrido la picadura del animal, que sería de las especie yarará. Aunque la misma está estable y con evolución favorable, todavía permanece en terapia intensiva para su total recuperación en el Hospital Regional de Ciudad del Este.

«Es una paciente que ingresó con una picadura importante y se le tuvo que suministrar una gran cantidad de suero antiofídico», mencionó a medios esteños, el director del referido centro asistencial, Federico Fchrodel.

Según datos, la paciente fue atacada por la víbora en un establecimiento rural de la colonia Paranambú de este distrito, ubicada a 60 kilómetros de Ciudad del Este.

Le llevó dos horas hasta llegar hasta el Hospital Distrital de Presidente Franco, donde fue atendida primeramente. Luego, fue derivada a un sanatorio privado. Finalmente quedó internada en unidad de terapia intensiva (UTI) del Hospital Regional de Ciudad del Este. La herida la recibió en el pie, según los informes.

Las picaduras de víboras pueden producir parálisis grave de los músculos respiratorios y trastornos hemorrágicos potencialmente mortales. También causa la coagulación de la sangre.

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