La delincuencia está llegando a un punto donde ya no se respeta a nadie. No contentos con perjudicar grande a las personas, incluso a aquellos que son representantes de Kirito, ahora extendieron sus tentáculos hasta alcanzar a los animales. Sí, así como suena. Y sino que lo diga un firulais que fue víctima de unos desgraciados en la ciudad de El Alto, pegadito a La Paz.

El pobre perrito, que era de una comunidad, porque toda una cuadra lo adoptó como propio preocupándose de que no le falte cariño ni comida, vivió en carne propia el peligro que significa hoy en día andar por las calles.

En las imágenes que se hicieron públicas gracias a las cámaras de seguridad, se ve el momento en el que el ladrón, aparentemente borracho, ¡a punta de pistola! se lleva la casita del mejor amigo del hombre. El cuadrúpedo, que hacía de “vigilante” de la zona, solo reaccionó con una corrida casi sin entender que la víctima del atraco era él.

“Había una casita de un perrito y en horas de la madrugada, un tipo se acerca, lo amedrenta con un arma y se roba su casita. Este caso no sería el primero porque también se roban los platitos donde les damos comida y sufren este tipo de amedrentamientos los animalitos comunitarios”, señaló una vecina de este sector a Unitel de Bolivia.

Una vez que se sacó al perro de encima, levantó la casita del perro y se mandó a mudar como si nada.

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