Desde que subió, si hay algo que marcó el papado de Jorge Bergoglio, es sin duda esa sangre latina que corre por sus venas. Francisco, como se hizo llamar en honor a los franciscanos, se mostró en todo momento abierto al diálogo de lo que sea, muy cercano a la gente, futbolero hasta más no poder y, además, gran admirador de la mujer paraguaya, a la que tuvo la suerte de conocer durante su época en las villas capitalinas de Argentina.

Ahora, en una de sus tantas declaraciones picantes, como las que tiene acostumbrado, el papa aseguró que no hay contradicción en que un cura celebre matrimonio. Es más, dijo que en el Vaticano hay uno con hijo y todo.

«En la Iglesia católica hay sacerdotes casados: todo el rito oriental es casado. Todo. Acá en la Curia tenemos uno -hoy mismo me lo crucé- que tiene su señora, su hijo», aseguró Francisco al medio Infobae con motivo de una entrevista en la que se hace un repaso rápido de los primeros diez años al frente de la iglesia católica, que se cumplen este lunes.

“No hay ninguna contradicción para que un sacerdote se pueda casar. El celibato en la iglesia occidental es una prescripción temporal: no sé si se resuelve de un modo o de otro, pero es provisoria en este sentido», señaló.

Es más, dijo que tantos hombres en el Vaticano muchas veces no conducen al mejor de los puertos, por lo que decidió hacer cambios, como en el Consejo de Economía. Ahí “son seis cardenales y seis laicos. Los laicos todos varones, por supuesto. Hubo que renovar y puse un varón y cinco mujeres (…). En vez de poner un vicegobernador, puse una vicegobernadora, y él (el gobernador, Fernando Berges) se siente mucho más ayudado porque las mujeres resuelven y resuelven bien”.

“Tienen otra metodología, las mujeres. Tienen un sentido del tiempo, de la espera, de la paciencia, diverso al hombre. Esto no hace disminuir al hombre, son distintos. Y tienen que complementarse”, añadió.

El Papa Francisco, de 86 años, cumplirá el próximo lunes una década al frente de la Iglesia católica, un período en el que ha centrado sus esfuerzos en reformar la Santa Sede para hacerla más transparente y efectiva, no sin la oposición de los sectores más conservadores del Vaticano.

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