Seguro que es el ídolo de Scooby Doo. Pulgoso se ha de sentir muy orgulloso. Es muy probable que Coraje por fin se sienta protegido. Es que uno de los “suyos” por fin tiene un rango por demás importante. Tanto que hasta ¡le tomaron “juramento”! para que pueda trabajar.

El anecdótico caso se dio en el Poder Judicial de Neuquén, donde de ahora en más “Oreo” pasó a ser un funcionario más cumpliendo la labor de ser una herramienta terapéutica dentro del programa “Perros de Terapia para Asistencia Judicial”, donde ayudan en el proceso de acompañar a chiquitos y adolescentes a quienes les tocó ser testigos o víctimas de hechos punibles y deben declarar en entrevistas de cámara Gesell.

La presidenta del Tribunal Superior de Justicia, María Soledad Gennari; el vocal Germán Busamia; y la defensora general, Vanina Merlo fueron algunas de las altas autoridades que se dieron cita para ver el momento en el que “Oreo”, ante la presencia de magistrados, funcionarios y empleados del Poder Judicial, pasaba a ser un “compa” más.

“¿Jura usted por la Patria desempeñar fielmente el cargo de perro de asistencia judicial con destino al área Infanto Juvenil del Gabinete de Psiquiatría y Psicología?”, dijo la empleada del Poder Judicial de Neuquén, en medio de risas y sonrisas ante los presentes en la sala de audiencias.

“Oreo”, sostenido por una correa amarilla, miraba para todos lados. La empleada le apoyó el libro de juramento sobre la mesa y le mostró donde debía apoyar la pata. Demostrando que estaba más que comprometido con su rol, el perrito no dudó en cumplir su parte para ganarse los aplausos.

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