Para algunos, es poco. Para otros, es lo mínimo que se merecía un tipo que, según dictaminó la Justicia, fue encontrado de ser un feroz degenerado. Es que un tribunal de sentencia en el Poder Judicial de Ciudad del Este decidió darle 18 años de cárcel a un tipo por entender que fue el responsable del abuso que se dio con su propio hijastro y con un sobrino de su pareja, así como pornografía relativa a niños y adolescentes, y actos homosexuales con personas menores de edad.
Durante el juicio se precisó que los hechos sucedieron de manera sistemática durante un largo periodo de tiempo, pero el calvario terminó cuando la madre de uno de los afectados se dio cuenta de lo que pasaba. Eso fue el 23 de agosto de 2020.
La denunciante dijo en su testimonio que el acusado llegó a la casa totalmente borracho y se acostó en el sofá a mirar película en su celular, hasta que se quedó dormido. Como el volumen estaba alto, decidió agarrar el celular para cortar la película. Fue en ese momneto que pilló un mensaje de su sobrino, situación que le llamó la atención. Miró de qué se trataba y, horrorizada, descubrió conversaciones entre el menor y el fulano donde le hablaba de sexo.
Espantada por esto, realizó algunas averiguaciones y su sobrino le confirmó que en reiteradas ocasiones el citado le manoseó y le mostró sus partes íntimas. Posteriormente, descubrió que su hijo también resultó víctima del padrastro, desde que tenía 13 años de edad.
En este caso, de acuerdo a lo demostrado en la audiencia pública, los ataques sexuales sucedían siempre en ausencia de la madre, hasta que cumplió los 15 años y comenzó a reclamarle al sujeto y a negarse, pues ya tenía noción de que estaba mal lo que hacía con él. La víctima dijo que no contó lo ocurrido por temor y por vergüenza.
El dictamen de la médica forense, Dra. Ramona García, admitido como prueba en el juicio, confirmó los abusos sexuales.
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