El aire en la ciudad de Lima, departamento de San Pedro, se tornó alegre. La tristeza no tiene cabida. En el Tinglado Municipal, el fervor se hacía sentir con más de 600 personas. Todos esperaban que el reloj marque las 20:00hs. Se pasaron un poquito, pero no importa, doña Rufina Ibarra (70) y Juan Ramón Portillo (27), la pareja que se lleva 43 años, oficializó su unión ante el juez de la ciudad. Los siete años de relación amorosa que los llevaron a las puertas del casorio lo transitaron con amor, respeto y compañerismo.

“No fue fácil porque enfrentamos Tras enfrentar prejuicios de muchas personas, pero demostramos que con amor todo se puede superar. La edad es solo un número y no importa cuando el sentimiento es real. Dios me dio a un hombre bueno, bondadoso, respetuoso y cariñoso”, sostuvo doña Rufina a Crónica tras dar el “si, acepto”.

“Por fin llegó el día. Es uno de los días más felices de nuestras vidas. Estamos muy contentos. Gracias a todos los que vinieron y nos acompañaron. Este día no lo voy a olvidar nunca. A mi familia le agradezco muchísimo, estoy muy emocionada”, señaló.

El aprecio y la amistad que supieron cosechar entre los lugareños de Lima, sembró para bien, y toda la comunidad se unió en una fabulosa campaña solidaria, para hacer posible este sueño de Rufina y Juan que este viernes se hizo realidad. “Jamás imaginé recibir tanto aprecio, tanta ayuda. A todos, infinitas gracias”, dijo la conocida locutora de San Pedro.

En un grupo de Whatsapp había casi 700 miembros y cada uno dio su “granito de arena” de diferente manera, para que esta fiesta sea inolvidable. Varios grupos musicales se hicieron presente e hicieron bailar al rollo.

“Hace mucho que no teníamos una fiesta así en la ciudad, ¡Que vivan los novios!”, expresó doña Lucrecia Areco, vecina de la zona, quien participó del evento.  “Es maravilloso lo que puede hacer el amor. Esto de unir a toda una comunidad para ver unir sus vidas ante la ley y Dios”, sostuvo.

Una historia de novela

Juan Ramón Portillo es de Ypané. Pero por cuestiones de trabajo viajó hasta la ciudad de Guayaibí, departamento San Pedro. Allí, se puso a escuchar la radio y una dulce voz de una mujer sonaba del otro lado del aparato. Quedó encantado y pensó: “ojalá algún día pueda conocer a esa locutora”.

Y tuvo suerte. Es que en otro programa pasaron el número de celular de la locutora Rufina Ibarra, y Juan no dudó. “Me animé y le escribí. Ella me contestó con un “hola”, y luego le pasé mi foto para que me conozca. Luego ya no me hizo caso, pero yo no bajé los brazos y seguí insistiendo”, contó a Crónica.

Esa insistencia dio su fruto. Ambos comenzaron a intercambiar mensajes y luego de un tiempo quedaron en conocerse personalmente. El joven dice que se sintió atraído por la personalidad sana, realista y cariñosa de Rufina, mientras que su descarado encanto y su naturaleza caballerosa hicieron que el corazón de la mujer se acelerara. “Al verla me quedé mirándola y me encantó todo, su forma de ser, su trato. Nos fuimos conociendo y luego de un tiempo le pedí que sea mi novia, ¡nos enamoramos! Pasaron 7 años de que estamos juntos”, añadió el hombre, quien es 43 años menor que su amada mujer.

Por su parte, doña Rufina Ibarra, la otra protagonista de esta bella historia de amor, dijo a Crónica que esto solo es amor y a pesar de contar con el apoyo de gran parte de su familia y amigos, afirma que su relación tuvo una recepción desigual, ya que algunos conocidos y desconocidos les lanzan miradas desconcertadas. Pero la pareja se ríe de esa negatividad, ya que su amor sigue creciendo “más y más fuerte” cada día y este viernes dieron el tan anhelado paso de jurarse amor eterno ante Dios y la ley.

“Nosotros nos sacrificamos día a día vendiendo cosas en nuestro motocarrito. Eso que dice que todo esto es por plata, nada que ver, somos gente humilde que pelea día a día. No tengo tierras, propiedades, animales, nada. Esto es amor, compañerismo. Para el amor no hay edad. Nuestro caso es así”, señaló.

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