Por OSCAR PATIÑO RIVEROS

@Orriveros

Nació en Pedro Juan Caballero el 18 de marzo del 2000. Su padre es paraguayo y su madre brasileña. Comenzó a jugar al fútbol en la capital del departamento de Amambay, pero se formó en clubes de Brasil.

En el 2022 volvió a nuestro país para jugar en Olimpia, pero a causa de los inmensos problemas económicos y el inconveniente con la FIFA que tuvo (y aún tiene) el Decano, no se pudo poner la casaca franjeada.

Fue así que surgió la posibilidad de jugar en el Sportivo Ameliano, donde hoy por hoy está demostrando todo su talento. Hablamos del delantero de 23 años Aníbal Gabriel Vega Da Silva, quien conversó con Crónica y relató parte de su historia.

Comenzó a jugar en la “Escuela de Fútbol San Blas” en Pedro Juan Caballero y a los 14 años ya se desprendió de su familia para ir a las inferiores del Vitória de Salvador Bahía de Brasil. Allí estuvo un año y luego pasó al poderoso Palmeiras, donde permaneció a lo largo de 7 años.

“Yo prácticamente me formé en Brasil, primero en Vitória donde estuve en la Sub 15 y luego pase al Palmeiras, donde jugué en todas las categorías hasta debutar en Primera División”, señaló Vega Da Silva.

Al ser consultado por qué abandonó el club donde hoy brilla el también paraguayo Gustavo Gómez, apuntó “Palmeiras es un ejemplo para todo el mundo, es un club increíble; donde apuntan a formarte primero como persona y luego como jugador. En ese club lo primero que buscan es que seas buena persona y después piensan en lo deportivo. Yo salí por falta de oportunidad, quería jugar y no tenía mucha oportunidad”.

Admitió que está muy contento en Ameliano, entidad con el que tiene contrato hasta junio del 2024, pero la “V” azulada no fue su primera opción; en el 2022 estuvo en Olimpia, pero finalmente no pudo fichar por el Decano.

En este sentido, remarcó: “El fútbol paraguayo es muy competitivo, jugamos ante buenos equipos y grandes jugadores. Yo estoy muy contento en Ameliano porque me da todo lo mejor que tiene, todo lo que puede”.

Al mismo fue claro sobre los aspectos que debemos mejorar, “Hay que ser honestos, estamos atrasados en muchos aspectos, en la organización, en lo económico, en infraestructura y varias cosas más. Comparando con lo que es Palmeiras en Brasil, los clubes de Paraguay están muy lejos; pero eso se puede mejorar”, sentenció.

Aníbal Gabriel es soltero, no tiene hijos. Tiene un solo hermano que tiene 12 años y a quien también le gusta el fútbol. Sus padres residen en la capital de Amambay. Su meta es llevar a Ameliano a hacer una gran campaña este 2023 (y clasificar a la Libertadores o Sudamericana) y en lo personal dar el salto al fútbol de Europa y vestir la casaca de la Albirroja de mayores.

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