El amor de una madre es el sentimiento más puro que se puede experimentar. El instinto materno es superior a cualquier otro y el amor que va unido a él es, sin duda, lo más maravilloso que puede existir.

En este día tan especial, el mejor ejemplo de bondad y entrega, es una súper mamá de la ciudad de San Pedro de Ycuamandiyú,  que lleva sobre sus hombros la enorme responsabilidad de llenar la pancita de 100 niños de escasos recursos; la doña es la encargada del comedor de niños San Francisco de esa ciudad.

Se trata de doña Lucila Gómez, quien a pesar de las adversidades, se las ingenia junto con otras mujeres, para que ese plato de comida no falte en la mesa de manera a que los peques no se queden con la pancita vacía.

La mamá guasu se encarga de cocinar para los peques a quienes considera como hijos suyos y le pone el mismo amor a la hora de cocinar como si estuviera preparando el alimento de sus retoños, además se encarga de pechear las donaciones para que no falte la comida.

Sostuvo que los valores de Dios y servir al semejante son fundamentales para guiar el camino del bien a los hijos.

“Nos esforzamos como mamás para llevar adelante nuestro comedor. Agradecemos a todas las personas que hacen llegar su aporte y apoyo”, expresó doña Lucila, en entrevista con Lorenzo Agüero, corresponsal de Unicanal.

Finalmente la doña, con el corazón de una verdadera madre pidió a todas las mujeres que: “luchen por sus hijos, sean ejemplos como madres y guíen a sus hijos hacia Dios”, expresó

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