Los hijos de nadie, esas presas del vicio que pululan en varios puntos del país sumidos en una realidad borrosa sin memoria e invisible, también comienzan a hacer de las suyas en Encarnación. En la “Perla del Sur”, así como se dio en la capital, los cementerios son “visitados” por estos delincuentes que roban a los muertos para mantener vivo el vicio que los lleva a transitar sus días como verdaderos “zombies”.
Más allá de lo que sea el valor material, que si bien es cierto no es una cifra insignificante tampoco acarrea, por lo general, gastos muy onerosos, lo que más daña es el valor sentimental que se les da a este tipo de cosas, atendiendo a que están robando a quienes ya partieron de este mundo y lastiman a quienes los extrañan.
Más allá que la administración que tiene a su cargo el camposanto puso a cuidadores para controlar el lugar, la cantidad de adictos y malevos que se meten en horas de la noche hizo que se vean sobrepasados.
El sitio Más Encarnación revela que varios panteones fueron vaciados por los hijos de nadie y que los parientes de los afectados ruegan que las autoridades correspondientes actúen.
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