Luego de que Fernando Báez Sosa fuera brutalmente asesinado en enero de 2020 a mano de un grupo de rugbiers en Argentina, sus padres, Graciela Sosa y Silvino Báez (ambos paraguayos) manifestaron en reiteradas oportunidades su agradecimiento para con Fernando Burlando y su equipo de abogados tras haberlos representado en el juicio, que terminó en sendas condenas para los acusados.

En el tiempo en que prepararon el caso, se acercaron también en lo humano llegando a vincularse hasta de manera familiar. Es por eso que siempre se los vio siguiendo de cerca el nacimiento de Sarah, la hija que el letrado tuvo con Barby Franco.

En marzo último, la beba que en ese instante tenía dos meses de vida, estaba atravesando una complicación en su salud por un cuadro febril y por esta razón había ingresado al Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento, en donde permaneció en observación.

Y hasta allí se acercó Graciela, para mimar a la beba y a su familia, según mostró la propia Franco en sus redes sociales. “Gracias tía Greis por venir a mimarme. Graciela, te amamos!”, escribió Barby sobre una foto que publicó en sus Instagram Stories en donde se la ve a la mamá de Fernando con la beba en sus brazos.

El fin de semana se produjo una nueva visita de Graciela, esta vez en medio de un presente mucho más dichoso en cuanto a la salud de la niña, en la casa donde conviven el letrado y Franco, que incluyó una sorpresa para todos: una bolsa de chipa preparado especialmente para la ocasión, que incluyó entre sus ingredientes un particular sabor que luego Burlando detallaría.

En las imágenes compartidas por la modelo se la puede ver a la mamá de Báez Sosa mientras tiene a upa a Sarah en una mano, y en la otra la bolsa con el regalo para la familia, mientras la beba estira su brazo intentando agarrarla.

“¡Mirá quién vino, la tía Grace!”, comentaba emocionada Barby Franco en momentos en que la cámara tomaba las imágenes de Graciela tomando entre sus brazos a la beba mientras la besaba.

Luego llegaría el momento de degustarlo: “Estamos probando la chipa de Graciela”, continuaba Franco, en el instante en que la cámara sigue a Burlando quien explicó: “Solo lo como porque tiene anís, no por otra cosa, y a mí el anís… esas manos”, explicaría después de la degustación, llegando a la conclusión de que el ingrediente más importante de la receta era el amor.

Sin dudas ambas familias quedaron ligadas para siempre tras una experiencia triste y sus vidas seguirán unidas más allá de los tribunales.

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