Los tipos estaban en una estación de servicio. Y no es que le estaban cargando combustible a sus vehículos, sino más bien los que se estaban llenado el tanque eran ellos. El tema es que por cada litro que corría por sus gargantas también subía el volumen de la música que escuchaban. Fue así que en un momento dado, cuando la cosa ya era insoportable, no quedó de otra que llamar a la poli. ¡Y ahí lo que se armó más sarambi!
Cuando los uniformados aparecieron y les dijeron a los fulanos que debían bajar la música, que salía de los parlantes de uno de los vehículos, oiko la guyryry. No quedó de otra que hacerle sentir en las nalgas cómo se viaja en la carrocería de una patrullera.
Al llegar a la comisaría, lo que menos se imaginaron es que dos furiosas mujeres, ambas parejas de los detenidos, iban a ir a lalar en colores porque sus “príncipes traguinis” habían sido demorados. Por cierto, a los arrieros les hicieron soplar los “ka’utest” y por poco no se derrite el plástico: ambos superaron los 0,900mg de alcohol en litro de sangre. O sea, doblados.
Por disposición fiscal, los vehículos de ambos sujetos quedaron incautados en la comisaría, mientras que ellos volvieron a recuperar su libertad horas después.
TE PUEDE INTERESAR:
[VIDEO] “Corte” de cabello peculiar con intenso perreo y roces “prohibidos” en farra
Déjanos tus comentarios en Voiz