Por la pinta que en Egipto los estudiantes no es que les peloteen mucho a los profesores, por lo que una diputada tuvo la brillante idea de volver a los azotes, o como se le dice en esta parte del mundo, a los rebencazos o guachazos para volver a tener “moralidad”.
Durante su turno de oratoria, la parlamentaria Amal Abdelhamid exigió una revisión de “los mecanismos de recuperación del prestigio del profesor”, incluidos los que contemplan la violencia física, según recoge el rotativo Al Masry al Youm.
“Hemos probado los métodos procedentes de Occidente y el resultado han sido generaciones a las que les falta moralidad», dijo Abdelhamid, que aseguró que los sistemas educativos de varios países “se retractaron después de haber prohibido totalmente el método de pegar con un palo dentro de las escuelas”.
La diputada alegó que el rol de los maestros “ha empezado a debilitarse y su prestigio se ha desvanecido ante los estudiantes de Egipto, después de que los profesores fueran despojados de su autoridad y de sus medidas disciplinarias”.
Meses atrás, en Texas, Estados Unidos, se permitió volver a las “nalgadas” para “corregir” a los alumnos por demás indisciplinados.
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