En pleno día de los santos difuntos, cuando son muchas las personas que acuden al lugar de manera especial para recordar a quienes ya no están en este mundo, más de uno se llevó un sorpresa por demás desagradable al ver una imagen que generó terror, pero no por el “día de las brujas”, sino por lo mucho que ya lloró el cielo en todo el país.
Tener que ir a cambiar flores o limpiar el lugar donde el ser querido descansa en paz fue algo imposible para algunas personas en Coronel Oviedo, porque algunos lugares del cementerio de la ciudad estaban todos inundados y el agua se iba filtrando en algunas bóvedas o tumbas de los difuntos.
Si bien es cierto que la inundación producida por las contantes lluvias no afectaron a todos los sectores, sí una buena cantidad de nichos quedaron presos del repentino lago que se formó en pleno camposanto, sobre todo en los pasillos de conexión de entre los lugares donde están los restos de aquellos que ya partieron.
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