La fiesta de quince de una jovencita iba a convertirse, sin que ella lo sepa, en una de las alegrías más grandes que esta vida seguramente le va a dar. Más allá de lo que significa para toda mujer poder festejar una fecha tan especial, sea con lo que sea, el regalo que recibió esta cumpleañera fue único: después de 4 larguísimos años pudo volver a abrazar a sus hijas.

La vueltas de la vida llevaron a Don Adrián lejos de esas personas que tanto amaba. En busca de un mejor presente para poder soñar con un futuro, España fue el país escogido por el hombre en busca de mejores oportunidades.

Más allá de las permanentes comunicaciones por cualquiera de todos los medios digitales que hoy en día se tienen no eran suficientes. El hombre iba viendo a través de una fría pantalla cómo sus hijas comenzaban a convertirse en mujeres sin que él pudiera darles un cálido abrazo.

Fue por eso que, llegado el 15 de la mayor, decidió que era momento de darle una sorpresa por demás especial. Sin que ninguna de sus hijas supiera, llegó desde la madre patria directo al lugar donde se llevaba a cabo el festejo. En la ciudad de Juan León Mallorquín, la emoción arrasó con todos los presentes en la fiesta.

Llegado el momento de bailar el vals, la quinceañera estaba lista para salir a la pista con la mamá. Sin embargo, Don Adrián apareció desde atrás y en medio de los fuertes aplausos se le apareció a su hija quien con un enorme abrazo que llevaba 4 años esperando rompió en llanto.

Luego de unos cuántos pasos, la quinceañera pasó a bailar con otras personas y ese fue el instante en que la otra hija aprovechó para envolver de amor a su papá, al que tanto extrañaba y soñaba con volver a tenerlo.

Contar lo vivido esa noche con palabras, es imposible. Te dejamos el video…

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