A casi dos semanas de un operativo histórico que se llevó a cabo en la penitenciaría nacional de Tacumbú, donde se logró retomar el control total del penal luego de años, dos de los miles de protagonistas del operativo Veneratio, Claudio Fernández y Héctor Acuña, dieron testimonios de lo que fue esa épica jornada en la que se registraron algunas bajas pero en la que se logró un resultado que será recordado en los libros.

Sonriente, con el uniforme puesto y rodeado de un montón de personal de blanco del Hospital Rigoberto Caballero, Fernández recibió el alta luego de unos cuantos días en una situación un tanto delicada. A sus 22 años, formó parte del operativo junto a miles de uniformados.

Tras superar una delicada operación de tráquea y neumotórax, a las que se vio sometido como secuela de lesiones y heridas que sufrió durante la incursión en el Penal, se mostró sumamente agradecido con quienes lo atendieron y dejó escapar entre quienes estaban un “si hay que ir, vamos a estar de nuevo a disposición”, dejando en claro el nivel de compromiso que corre por sus venas.

Por su parte, Acuña recordó lo que fue esa fecha en una entrevista que brindó a Telefuturo. “Fue un recibimiento con piedras, bombas molotov y disparos con armas de fuego. Sentí el impacto en el cuello pero los otros impactos que me dieron en el pecho no sentí. Solamente cuando reventó uno de mis cargadores, que me afectó la parte del rostro y vi la sangre, ahí me percaté”, he’i.

Dijo que cuando cayó escuchaba la voz de sus compañeros dándole fuerzas. “‘¡Fuerza jefe, te vamos a sacar jefe!’. Eso es lo que a uno le da fuerzas, sabiendo de que su personal está con él”, aseguró con la voz entrecortada de la emoción de poder formar parte de un grupo dedicado a mejorar el país con más seguridad.