El mundo del fútbol se está viendo atemorizado por una oleada de robos y asaltos que sufren día tras día sus estrellas, sobre todo en Reino Unido, donde éstos no paran, siendo Jack Grealish la última víctima junto a su prometida, Sasha Attwood, y gran parte de su familia.

Tal y como ha publicado en exclusiva ‘The Sun’, en la vivienda se encontraban hasta diez familiares del futbolista del Manchester City, como sus padres, su abuela, sus dos hermanas y su hermano, que estaban reunidos para ver el partido entre el conjunto citizen y el Everton en la noche de este miércoles.

Mientras lo veían, en un momento de la noche oyeron a los perros ladrando, y también otros ruidos que venían desde el piso de arriba de la mansión. Un asalto que pudieron llevar a cabo los ladrones pese a las medidas de seguridad y al vallado del perímetro de la lujosa vivienda de Grealish, valorada en más de 6,4 millones de euros.

La policía temía que se produjese una toma de rehenes y se personó en la vivienda con gran rapidez. Además, un helicóptero rastreó el barrio en busca de alguna pista sobre los ladrones; y también se pidió a los vecinos que cerraran las puertas y permanecieran en el interior.

UN PALO VERDE

Un asalto en el que consiguieron robar un botín repleto de joyas y relojes de lujo, valorado en poco más de un millón de euros.

“La familia está realmente conmocionada. La banda se llevó un montón de relojes y joyas. Ejecutaron su asalto cuando el Manchester City estaba jugando en directo por televisión y toda su familia se había reunido abajo para animarle. Nadie resultó herido, pero cundió el pánico. Todos estaban aterrorizados porque eran muy vulnerable. Es una propiedad enorme, así que es comprensible que nadie oyera nada al principio. También era la primera vez que la familia la visitaba, así que no conocían la propiedad”, ha comenzado explicando una fuente cercana al tabloide británico citado.

Y es que fueron los ladridos de los perros lo que llamó especialmente la atención de la familia: “Cuando los perros se volvieron loco y pudieron oír a gente merodeando, pulsaron la alarma de seguridad. Una unidad de emergencia acudió inmediatamente, con varios coches de policía y un helicóptero. Al principio, temieron enfrentarse a una situación de rehenes o algo peor”.

Un asalto que se produce apenas unos días después de que se mudaran Grealish y su familia a esta nueva vivienda, la cual cuenta con helipuerto, lago para navegar y pescar, una bodega, una pista de tenis, un campo de golf, y campos de fútbol y cricket.

Por el momento, la policía sigue en busca de pruebas que les lleven hasta los ladrones, que consiguieron huir, y que aún no han sido identificados.