Paola Hermann formó parte de la época dorada del modelaje en Paraguay. Muchas veces escuchamos a las que fueron parte de esa camada de tops asegurando que en su época eran verdaderas modelos y que no se prost1tu1an como muchas de las que vinieron después de ellas.

Hoy, Paola Hermann, sin pelos en la lengua, confirmó que en su época los casados y millonarios les andaban detrás con propuestas indecentes. Y sin dudar afirmó que muchas accedían. Lo hizo en el programa de Mili Brítez en la 1330 AM.

«Siempre fueron personas respetuosas», dijo, confirmando que ella también recibía esas propuestas. Aseguró que nunca las aceptó, pero entre bromas lanzó que le hubiera gustado haber dicho que sí. «Me ofrecieron departamentos, autos… nunca acepté. Ahora digo por qué lo que no acepté jajaja», comentó.

«Eran empresarios, hombres muy conocidos», respondió ante la pregunta de quiénes fueron. Aclaró que nunca los mandaría al frente. Y reiteró que eran señores respetuosos.

«Algunos enviaban regalos, chocolates… te preguntaban si necesitabas plata, si te faltaba algo. Yo siempre les decía que no, gracias», dijo, resaltando que les rechazaba amablemente.

Pero eran insistentes, contó. «Algunas veces venían a visitarme. No a mi casa. Cuando eso vivía en un edificio. Te decía ‘pasaba por acá y vine a visitarte'», contó.

Dijo que en los desfiles también se acercaban, usaban los mensajes por «beepers». En esa época tenían dos desfiles por semana en el Yacht. «Siempre había muchas oportunidades», dijo, refiriéndose a las propuestas indecentes.

«Eran casados… Se acercaban a todas las chicas y había algunas que veían la carnada y agarraban», dijo, refiriéndose a sus colegas de su camada. «No pienso decir quién agarraba la carnada jajaja…», aclaró.

Dijo que a ella le asombraba ver a sus colegas «agarrar la carnada», pero que nunca las juzgó por eso. «A mí me asombraba un poco por una cuestión de principios. Pero hasta ahí», dijo.

«Siempre existió y siempre va a seguir existiendo», dijo refiriéndose a la prost1tuc1ón. «Es la profesión más antigua del mundo, no solo en el modelaje, también hubo en el teatro, en el cine. Cada una hace lo que quiere de su vida», dijo.

«Si te suma, si necesitás, si no tenés ningún tipo de prejuicio en tu mente y querés pasar el rato con alguien que te hace pasar bien, ¿por qué no? Si te permite pasar bien, si te hace bien, metele. Yo en mi otra vida quiero ser esto… no tener que lidiar con todo lo que una jefa de familia tiene que lidiar. Hay que pagar que esto lo otro…», agregó.

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