Ricky Martin sacudió al mundo con su histórica salida del clóset en 2010. Con su gesto, el astro de la música latina contribuyó a cambiar una mentalidad muy habitual entre las estrellas masculinas de su entorno: la de evitar a toda costa cualquier comportamiento que pudiera sembrar dudas sobre su masculinidad, algo por entonces vital para sobrevivir en esa parcela de la industria.

Cuando hizo pública su homosexualidad, el artista ya se había estrenado como padre con la llegada, en el año 2008, de sus gemelos Matteo y Valentino. Y ese factor, unido a los valiosos consejos que recibió de su padre, el psicólogo Enrique Martín Negroni, acabó siendo determinante a la hora de tomar una decisión con la que se liberó de tan pesada carga.

«Mi padre me dijo: ‘¿Qué vas a hacer? ¿Les vas a enseñar a tus hijos a mentir? Tienes que ser más abierto, tienes que salir ahí fuera. Quiero ayudarte, ¿cómo lo podemos hacer?'», recordó el artista de 52 años sobre la valentía y la sensatez que le transmitió su papá, a su paso esta semana por el programa de Andy Cohen en la emisora Sirius XM.

Lo cierto es que Ricky llevaba un tiempo valorando la idea y buscando la vía más adecuada para hacerlo, pero la presión a la que se encontraba sometido era demasiada. «Le contesté: ‘Está bien, papá, estoy trabajando en ello. Dame un segundo, porque todavía no sé si hacerlo en una entrevista. No sé si debería escribir una carta y tuitearla. No sé. No me agobies, ya lo haré».

El 29 de marzo de 2010, Ricky Martin recurrió a su cuenta de Twitter, de reciente creación, para anunciar al mundo que era gay.

Dos años después, el ídolo de la música protagonizó junto al economista Carlos González Abella, su pareja de entonces, una portada histórica para la revista Vanity Fair, en la que ambos posaban en actitud cariñosa con Matteo y Valentino.

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