El defensor Nelson Cabrera, que se nacionalizó bolí para jugar por la sele del vecino país, anunció ayer que adolorido aún por la muerte de su padre, colgará los botines luego de 21 años de carrera.
«Oficialmente es momento de anunciar mi retiro como futbolista profesional. Me invaden muchos sentimientos, pero la partida de mi papá me hizo replantear muchas cosas en mi vida y las fuerzas para seguir jugando ya no son las mismas que antes», manifestó el pelotero de cuatro décadas a través de un comunicado en sus redes sociales.
«De todas maneras no podría despedirme sin antes expresar mi agradecimiento a Dios por todas las bendiciones recibidas a lo largo de mi carrera. Hay tantas cosas que decir, pero al final todo se resume a la gratitud y a la felicidad que siento de haber logrado cumplir mis sueños de niño», alegó Nelson a quien le dieron el apodo de “rompe huesos”.
«Gracias a todos los que formaron parte de este camino. A mi familia, especialmente a mis padres, esposa e hijos, quienes fueron mi motor en estos 21 años dedicados a lo que tanto me apasiona. Me entregué en cuerpo y alma a esto que amo y más allá de los reconocimientos, de los trofeos o las medallas obtenidas, me quedo con los momentos únicos que pasé jugando fútbol», dijo avei el defensor quien llegó a chutar en Olimpia, en la temporada 2004, pero un poco después pasó a la vereda de enfrente y con Cerro Porteño logró cosechar sus primeros títulos, en el 2005 y en el 2006.
«Gracias a todos los clubes que confiaron en mi, a los hinchas por el cariño y el respeto, a la prensa por los elogios y las críticas. La exposición que se genera al ser deportista profesional es algo que ejerce presión y como seres humanos no estamos exentos de cometer errores. Pido disculpas a las personas que de alguna manera pude haber lastimado», tecleó avei el pelotero y remató con un recuerdo a su papi.
«Me retiro tranquilo, en paz y con una sonrisa. Una última cosa: Papá, desde el cielo espero que estes muy orgulloso de tu hijo. Mi cariño y respeto para todos», escribió el defensor.
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