Doña Dolores Vázquez se decidió. “No voy a bajar los brazos”. A lo mejor, el paso de los años le señalaron algunos límites, pero ella está decidida a luchar por mantenerse vital y activo hasta que Dios diga basta. Es por eso que esta abuelita de 85 años hizo algo que dejó a todos sorprendidos: se matriculó en el curso probatorio de ingreso de la Facultad de Medicina (CPI), dependiente de la Universidad Nacional de Itapúa (UNI). Si, la abu quiere ser toda una doctora.

Ella es de esas personas que le ganan al tiempo. Que viven en base a sus pasiones y motivaciones. Hoy, sus arrugas y cabellera blanca sobresalen entre tanta piel joven en las aulas del cursillo. Hace un tiempo estudió Ingeniería Ambiental y le falta poquito para culminar la carrera. Pero ella quiere más y ahora busca ser una profesional de la medicina. Con su esfuerzo demuestra con creces que la edad es solo un número, sobre todo cuando se trata de dar rienda suelta a la búsqueda de los sueños y que nunca es tarde para cumplirlos.

La ilusión de ña Dolores era estudiar siempre en la Facultad. Un sueño bastante común entre la mayoría de los adolescentes que salen del colegio. Pero para ella, estudiar suponía todo un reto y debido a su temprano ingreso al campo laboral, no pudo seguir ese anhelo. La abuelita vive en la localidad de San Cosme y Damián, departamento de Itapúa, pero hace unos días se instaló en Encarnación en busca de su meta.

“Resulta que fallecieron todos mis hermanos y me quedé sola. Pero siempre tuve curiosidad de saber las cosas. Veía cómo los varones tenían más oportunidades de saber más. Me dije que también iba a estudiar, por ser curiosa”, dijo a la Coordinación del Curso Preparatorio de Ingreso de la Facultad de Medicina

A la consulta de cómo es su relación con sus compas dijo que “eso está muy bien acá. En estos días se me descompuso un birome y no podría escribir, entonces apareció un varón que me estaba observando y me ayudó ese primer día. Ahora con el teléfono celular me ayudan a usar las chicas también”, añadió.

“No me cuesta aprender, pero sí cuando estoy muy cansada. Eso hace que no escuche bien y no vea bien el pizarrón. Pero ahora estoy más cerca del docente y de la pizarra y puedo ver mejor y aprender”, expresó.

“Ahora tengo salud; espero seguir teniendo, espero que no se trastorne mi salud. Falta poco para llegar a 5 años de carrera. No pretendo ser rica, solo deseo que me dejen estudiar. Antes la política era fuerte y no me dejaban. Creí que aquí no me dejarían entrar, pero no es así”, sostuvo.

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