El pelotero Gustavo Gómez cumplió ayer 31 años y lo festejó con su familia y sus amigos más cercanos, entre ellos algunos de sus compañeros del Palmeiras.
Tuvieron una cena en un restaurante de Sao Paulo, donde compartieron una cena gourmet y unos vinitos de los buenos. La torta, que tenía escrito el nombre Gustavo, tuvo un toque de tonos dorado y verde del «verdão».
El capitán del Palmeiras y la Albirroja hizo una reflexión sobre su cumple y sobre la vida. «En este año que pasó puedo afirmar algo con toda certeza: yo viví. Y viví mucho. Al final, vivir es estar siempre aprendiendo, siempre desafiando», escribió.
.»Vivir es fracasar y levantarse. Vivir es sonreír y llorar. Agradezco de todo corazón a quienes vivieron conmigo este año. Que venga otro bello año de vida», agregó el pelotero que llega a los 31 años.
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