La tranquilidad era absoluta. Alguna que otra risita se escuchaba entre el murmullo que aparecía por momentos entre el alumnado. El cura, delante de profesores y estudiantes, seguía con el oficio religioso que estaba llevando a cabo. De golpe, el representante de Kirito se vio sorprendido cuando vio a una niña caer desmayada. Luego otra. Al otro lados otras tantas. De nuevo enfrente cayeron como diez… ¡en total fueron casi 100!

El desconcertante desmayo colectivo se dio durante actividades organizadas por la Diócesis en el patio de la institución. Una alumna, cuya identidad se mantiene en reserva, mencionó que las convulsiones comenzaron mientras un pastor daba un mensaje sobre la muerte.

Según la subdirectora, quien participaba de la jornada religiosa, las estudiantes comenzaron a desmayarse, presentando síntomas como falta de oxígeno, llanto y signos de histeria colectiva.

En un estado de confusión total y sin saber muy bien cómo reaccionar, los padres comenzaron a buscar sitios donde puedan atender a sus hijas. Atendiendo a la cantidad que eran, fueron a varios nosocomios.

Los vestidos de blanco descartaron en un 99% que se tratara de una intoxicación, algo a lo que en un primer momento se le atribuyó la situación en la búsqueda de entender qué pasó. Preocupados, los padres permanecen en los exteriores del hospital regional esperando noticias sobre sus hijas.