El sábado pasado, doña Irene Brizuela compartía junto a su novio Daniel Delgado Benitez. Pero lo que pasó un día después entre estos tortolitos nadie iba a creer.
El domingo Irene fue a casa de su mamá a tomar tereré y pasó a la de su hermana Claudelina para saludarla. Pero grande fue su sorpresa al encontrar a su novio en la pieza de su propia hermana. «De su cuello le saqué, hetaitereí ñambuepoti. Le saqué en la calle y demasiado mucho le pegué, no niego luego lo que hice. Le rompí todito su celular, le golpeé en el cuello, le dejé moretones» contó la mujer quien dejó shalai al infiel.
Al día siguiente, la que se creía la catedral, se encontró con la sorpresa que fue denunciada tanto por el susodicho como por su hermana, péa he’ise la capillita.
«Dijeron que yo supuestamente ka’ure fui a pegarle. Yo tereré lo que estaba tomando. Mi hermana no estaba luego, yo no sé porqué ella se mete en la demanda, siendo que ella no estaba presente. Una sobrina lo que estaba», siguió el relato para Megacable Borja.
La doña contó que su «supuesta hermana» es nomás luego cabezuda y que ella ya no quiere saber nada. «Yo niego que esa sea mi hermana, completo a su familia le niego, porque muchas veces ya hicieron esto. Tiene una hija, Carolina, que tenía su novio en Iturbe y su mamá le quitó y se fue a quedarse en la casa de mi hermana, el tipo tenía familia, imagínate na, ya no tienen vergüenza ellos» siguió el relato.
«DOS NOVIOS YA ME SACÓ»
Doña Irene ya no aguantó y decidió hacer la denuncia para sacar los trapos sucios. «A lo mejor así tienen vergüenza y escarmientan. Su hija Carolina dos novios ya me sacó. No es que yo vea recién a un hombre, porque yo estas clases de arrieros le voy a dejar nomás luego. Ellas ya son común y no consiguen para sus novios, entonces buscan macho ajeno nomás. Destruyeron familia ajena, ména ajeno. En el barrio tienen dolor de cabeza por ellas. Las señoras están detrás de su marido porque ahí nomás está la casa de mi hermana» afirmó.
Esta mañana asistió hasta el Juzgado de Paz de la ciudad de Borja para pedir una orden de alejamiento. Doña Irene dice que no quiere verle más cerca al hombre, porque si se vuelven a topar oikota la sarambí. «Legalmente namañasei pe tipo rovare, isinverguenzo» dijo ña Irene. «Pido la orden para que no llegue más hacia donde vivo porque nos podemos apeligrar. Yo cuando estoy nerviosa no me controlo y por eso luego le pegué. Y así le dije a la Policía, que si viene hacia donde estoy nos apeligramos. Le voy a fundir…» concluyó.
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