Aprovechando que nadie lo estaba viendo, o al menos es eso lo que él pensó, un fulano se metió a una casa y empezó a tantear qué se podía llevar del lugar. Lo que más le llamó la atención fueron unos championes. Agarró los dos pares que más le convencieron y quiso pegarse el raje. Sin embargo, el dueño vicheó lo que pasaba y dio aviso a la poli, que finalmente lo agarró.

El elemento “clave” fueron unas cámaras de seguridad que permitieron a la víctima del hurto ver lo que estaba pasando. Además, la respuesta rápida de los agentes policiales permitió dar con el fulano en las inmediaciones de donde se cometió el hecho.

Después de llevarlo un syky a la comisaría para sacarle la foto para la publicación, el dueño pudo recuperar sus pertenencias.